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miércoles, 4 de junio de 2014

BOY NOBODY


Ben aparenta ser un adolescente de dieciséis años normal, pero tras esa máscara se esconde su verdadera identidad: Zach Abram, un despiadado asesino que pertenece a una organización secreta de los Estados Unidos de América y que tiene como misión aniquilar a todo aquel que esté traicionando al país. Zach se enfrenta con solo doce años al trauma de ver a su padre secuestrado por traición a la patria. Los dirigentes de esta organización secreta, conocidos en la obra como Madre y Padre, le ofrecen la elección de unirse a ellos o compartir el mismo destino fatídico de su padre. Desolado y perdido, Zach elige la primera opción y de esta manera comienza su entrenamiento psicológico y físico en El Programa.

La trama comienza cinco años después, cuando Zach, es asignado con una nueva misión, la de asesinar en cinco días  a Jonathan Goldberg,  alcalde de Nueva York. Para ello se infiltrará en el colegio de la hija del alcalde haciéndose pasar por un chico normal llamado Ben e intentará acercarse a ella para conseguir así aproximarse también a su objetivo. Sin embargo cuando Ben conoce a Sam algo cambia dentro de él. Le hace cuestionarse su papel de asesino sin escrúpulos y por mucho que intenta evitarlo, comienza a tener sentimientos de amor por ella. Samara Goldberg es una joven muy inteligente y extremadamente celosa de su intimidad debido a su posición como hija de un político. Tiene una relación cercana con su padre, especialmente desde la muerte de su madre en un accidente de tráfico mientras la familia se encontraba de visita en Israel. La madre de Sam era israelí y es por eso que ella siente un gran afecto por el país.

Pese a sus sentimientos por Sam, Zach es un  asesino profesional consciente de que su misión es importante y de que no puede fallar, por lo tanto decide seguir adelante con el plan. Logra ganarse la confianza del alcalde hasta tal punto que consigue que este le confíe sus planes de reunirse con el primer ministro israelí; el alcalde pretende retirarse de las primeras filas de la política y se plantea aceptar un nuevo puesto que le han ofrecido desde Israel como enviado de paz.

 La historia avanza y Zach tiene al menos tres oportunidades de asesinar al alcalde, sin embargo en cada una de ellas hay algo que se lo impide. Al mismo tiempo, Zach se percata de que hay alguien que conoce sus planes, una Presencia que le persigue y que incluso intenta acabar con su vida en más de una ocasión, alguien entrenado tan bien como él y que no sabe lo que es darse por vencido. En uno de sus enfrentamientos con La Presencia y su grupo, Zach se entera de que no son estadounidenses, entre otras razones porque hablan un árabe fluido.

El Programa cada vez sospecha más que algo va mal. Avisan a Zach de que hay un cambio de planes, el objetivo ya no es el alcalde sino Sam. Él se niega a creerlo, piensa que le están poniendo una prueba de fidelidad e insiste en la idea de que matando al alcalde terminarán los problemas. Madre y Padre le amenazan para que cumpla su misión como es debido enviando a la persona que teóricamente mató a su padre, Mike. Se conocieron cuando Zach tenía doce años y Mike se hizo pasar por su mejor amigo. Por los lazos que les unieron en el pasado y por otros motivos desconocidos, Mike se apiada de él y le confiesa que su padre todavía está vivo.  Los días pasan y la última posibilidad de Zach es actuar el día de la reunión entre este y el primer ministro israelí.  Para ello tendrá que pedir a ayuda a Howart, un chico del instituto al que protegió de que le dieran una paliza. Es experto en ordenadores y le proporcionará toda la información pertinente acerca del esperado encuentro entre ambos políticos. Es en este momento cuando la novela da un giro de 360 grados. Justo segundos antes de que Zach le asestase el golpe mortal al alcalde, Howart, gracias a sus pesquisas informáticas, descubre dos cosas muy importantes: por un lado, los secretos de estado estaban siendo revelados a través del blog personal del alcalde encriptados dentro de las imágenes publicadas y por otro, la encargada de esas publicaciones no era otra que Sam.

En un acceso de compasión y sinceridad Sam confiesa a Zach toda la verdad. Ella forma parte una organización secreta israelí desde el asesinato de su madre, el cual no fue un simple accidente de tráfico sino un atentado terrorista. Le pide que huya porque quieren matarle. La Presencia  que llevaba siguiendo a Zach desde el primer día y con la que se había enfrentado, es el ex novio de Sam, Gideon, perteneciente a esta organización secreta del estado de Israel, fue el encargado de reclutar a Sam al poco tiempo de la muerte de su madre y tiene como misión asesinar al primer ministro. Tras un enfrentamiento muy fuerte, Zach consigue matar a Gideon y acude en busca de Sam.

Zach se encuentra en una encrucijada, se da cuenta de que Sam le ha utilizado, tal y como él pretendía hacer con ella al principio. Sus historias son parecidas, ya que ambos están hundidos hasta la cuello en unas organizaciones donde son meros peones que no tienen poder alguno para tomar decisiones, sino solo para ejecutarlas. Al final el sentimiento de traición es demasiado fuerte para Zach y decide matarla, pues ese es su deber, es toda la vida que ha conocido hasta ahora. De esta manera, con el corazón roto y un profundo sentimiento de desengaño, comenzará una nueva lucha por encontrar a su padre, y lo hará con la ayuda de Howart, al cual decide dejar con vida tras la muerte de Sam.

La novela está estructurada en capítulos muy cortos (de entre tres y cuatro páginas cada uno) cuyo título corresponde a la primera oración de cada uno de ellos. Utiliza una sintaxis sencilla, sin artificios, favoreciendo así una correlación entre la rapidez de las escenas de acción de la novela y el ritmo de la lectura. El hilo conductor de la historia se ve interrumpido en diversas ocasiones por flashbacks que el protagonista y también narrador de trama experimenta desde el principio de la obra. Además es extremadamente visual, las descripciones son concisas pero detalladas y el planteamiento de los acontecimientos, el misterio, el secretismo acerca de la organización, provocan que el lector se enganche pronto y quiera saber más y más.

Las referencias al mundo del espionaje son innumerables, pues el protagonista se comunica con la organización para la que trabaja mediante una serie de instrumentos tecnológicos aparentemente normales pero que en realidad están trucados. Esto me ha recordado a películas como James Bond o Los ángeles de Charlie, de las que únicamente se diferencia en que el personaje principal es un adolescente.

El tema principal como ya he comentado anteriormente se corresponde a la correcta ejecución de la misión de asesinar al alcalde de Nueva York y todas las aventuras que eso desencadena, sin embargo el final de la historia de esta novela permanece abierto, dejando entrever una más que posible secuela. Además, su planteamiento de acción ha gustado bastante en el mundo del cine y ya se pueden encontrar en Internet los primeros rumores de adaptación cinematográfica con Jaden Smith como favorito para el papel protagonista.