Ben aparenta ser un adolescente de dieciséis años
normal, pero tras esa máscara se esconde su verdadera identidad: Zach Abram, un
despiadado asesino que pertenece a una organización secreta de los Estados
Unidos de América y que tiene como misión aniquilar a todo aquel que esté
traicionando al país. Zach se enfrenta con solo doce años al trauma de ver a su
padre secuestrado por traición a la patria. Los dirigentes de esta organización
secreta, conocidos en la obra como Madre y Padre, le ofrecen la elección de
unirse a ellos o compartir el mismo destino fatídico de su padre. Desolado y
perdido, Zach elige la primera opción y de esta manera comienza su
entrenamiento psicológico y físico en El Programa.
La trama comienza cinco años después, cuando Zach,
es asignado con una nueva misión, la de asesinar en cinco días a Jonathan Goldberg, alcalde de Nueva York. Para ello se infiltrará
en el colegio de la hija del alcalde haciéndose pasar por un chico normal
llamado Ben e intentará acercarse a ella para conseguir así aproximarse también
a su objetivo. Sin embargo cuando Ben conoce a Sam algo cambia dentro de él. Le
hace cuestionarse su papel de asesino sin escrúpulos y por mucho que intenta
evitarlo, comienza a tener sentimientos de amor por ella. Samara Goldberg es
una joven muy inteligente y extremadamente celosa de su intimidad debido a su
posición como hija de un político. Tiene una relación cercana con su padre,
especialmente desde la muerte de su madre en un accidente de tráfico mientras
la familia se encontraba de visita en Israel. La madre de Sam era israelí y es
por eso que ella siente un gran afecto por el país.
Pese a sus sentimientos por Sam, Zach es un asesino profesional consciente de que su
misión es importante y de que no puede fallar, por lo tanto decide seguir
adelante con el plan. Logra ganarse la confianza del alcalde hasta tal punto
que consigue que este le confíe sus planes de reunirse con el primer ministro
israelí; el alcalde pretende retirarse de las primeras filas de la política y
se plantea aceptar un nuevo puesto que le han ofrecido desde Israel como
enviado de paz.
La historia avanza
y Zach tiene al menos tres oportunidades de asesinar al alcalde, sin embargo en
cada una de ellas hay algo que se lo impide. Al mismo tiempo, Zach se percata
de que hay alguien que conoce sus planes, una Presencia que le persigue y que
incluso intenta acabar con su vida en más de una ocasión, alguien entrenado tan
bien como él y que no sabe lo que es darse por vencido. En uno de sus
enfrentamientos con La Presencia y su grupo, Zach se entera de que no son
estadounidenses, entre otras razones porque hablan un árabe fluido.
El Programa cada vez sospecha más que algo va mal.
Avisan a Zach de que hay un cambio de planes, el objetivo ya no es el alcalde
sino Sam. Él se niega a creerlo, piensa que le están poniendo una prueba de
fidelidad e insiste en la idea de que matando al alcalde terminarán los
problemas. Madre y Padre le amenazan para que cumpla su misión como es debido
enviando a la persona que teóricamente mató a su padre, Mike. Se conocieron
cuando Zach tenía doce años y Mike se hizo pasar por su mejor amigo. Por los
lazos que les unieron en el pasado y por otros motivos desconocidos, Mike se
apiada de él y le confiesa que su padre todavía está vivo. Los días pasan y la última posibilidad de
Zach es actuar el día de la reunión entre este y el primer ministro israelí. Para ello tendrá que pedir a ayuda a Howart,
un chico del instituto al que protegió de que le dieran una paliza. Es experto
en ordenadores y le proporcionará toda la información pertinente acerca del
esperado encuentro entre ambos políticos. Es en este momento cuando la novela
da un giro de 360 grados. Justo segundos antes de que Zach le asestase el golpe
mortal al alcalde, Howart, gracias a sus pesquisas informáticas, descubre dos
cosas muy importantes: por un lado, los secretos de estado estaban siendo
revelados a través del blog personal del alcalde encriptados dentro de las
imágenes publicadas y por otro, la encargada de esas publicaciones no era otra
que Sam.
En un acceso de compasión y sinceridad Sam confiesa
a Zach toda la verdad. Ella forma parte una organización secreta israelí desde
el asesinato de su madre, el cual no fue un simple accidente de tráfico sino un
atentado terrorista. Le pide que huya porque quieren matarle. La Presencia que llevaba siguiendo a Zach desde el primer
día y con la que se había enfrentado, es el ex novio de Sam, Gideon,
perteneciente a esta organización secreta del estado de Israel, fue el
encargado de reclutar a Sam al poco tiempo de la muerte de su madre y tiene
como misión asesinar al primer ministro. Tras un enfrentamiento muy fuerte,
Zach consigue matar a Gideon y acude en busca de Sam.
Zach se encuentra en una encrucijada, se da cuenta
de que Sam le ha utilizado, tal y como él pretendía hacer con ella al principio.
Sus historias son parecidas, ya que ambos están hundidos hasta la cuello en
unas organizaciones donde son meros peones que no tienen poder alguno para
tomar decisiones, sino solo para ejecutarlas. Al final el sentimiento de
traición es demasiado fuerte para Zach y decide matarla, pues ese es su deber,
es toda la vida que ha conocido hasta ahora. De esta manera, con el corazón
roto y un profundo sentimiento de desengaño, comenzará una nueva lucha por
encontrar a su padre, y lo hará con la ayuda de Howart, al cual decide dejar
con vida tras la muerte de Sam.
La novela está estructurada en capítulos muy cortos
(de entre tres y cuatro páginas cada uno) cuyo título corresponde a la primera
oración de cada uno de ellos. Utiliza una sintaxis sencilla, sin artificios,
favoreciendo así una correlación entre la rapidez de las escenas de acción de
la novela y el ritmo de la lectura. El hilo conductor de la historia se ve
interrumpido en diversas ocasiones por flashbacks que el protagonista y también
narrador de trama experimenta desde el principio de la obra. Además es
extremadamente visual, las descripciones son concisas pero detalladas y el
planteamiento de los acontecimientos, el misterio, el secretismo acerca de la
organización, provocan que el lector se enganche pronto y quiera saber más y
más.
Las referencias al mundo del espionaje son
innumerables, pues el protagonista se comunica con la organización para la que
trabaja mediante una serie de instrumentos tecnológicos aparentemente normales
pero que en realidad están trucados. Esto me ha recordado a películas como James Bond o Los ángeles de Charlie, de las que únicamente se diferencia en que
el personaje principal es un adolescente.
El tema principal como ya he comentado anteriormente
se corresponde a la correcta ejecución de la misión de asesinar al alcalde de
Nueva York y todas las aventuras que eso desencadena, sin embargo el final de
la historia de esta novela permanece abierto, dejando entrever una más que
posible secuela. Además, su planteamiento de acción ha gustado bastante en el
mundo del cine y ya se pueden encontrar en Internet los primeros rumores de
adaptación cinematográfica con Jaden Smith como favorito para el papel
protagonista.